viernes, 7 de agosto de 2009

Meditación del Vacio de los Egos


El Maestro Kardem recomienda realizarla todos los días en la mañana, y así avanzar en nuestro sendero de evolución dejando atrás las demandas de los egos y abriendo espacio para escuchar la voz de tu SER.

Cópiala e imprímela y realízala en las mañanas, antes de acostarte o en el rato que tu jornada diaria te permita estar en plena paz y entrega. Sentirás los cambios en tu comportamiento, será menos reactivo y mas consciente. Verás.


Comenzaremos el trabajo de vacío. Y para ello comenzaremos a sacar a cada uno de los cuerpos del Ego. Comenzamos con el primer cuerpo, el cuerpo blanco, del primer espacio, que maneja el ego YO QUIERO. Simplemente ordénale que salga. Que salga de ese cuerpo denso y se diluya. Y esa manifestación de tú personalidad, como es el Yo Quiero, sale de ti. Es el cuerpo más denso, el más pesado. Elimínalo de ti y déjalo que se diluya en el Cosmos. Renuncias a esa parte de ti, renuncias a ese ego. Simplemente eres lo que eres un Estado de Consciencia y sabes que desde este estado de consciencia puedes permitirte esta renuncia, porque en verdad sabes que tú eres un estado de consciencia manifiesto en un cuerpo, en una entidad.
Observa el cuerpo verde, el YO DESEO. Es el segundo más denso, que maneja toda la armonia de tu entorno. Pídele que salga, que te abandone y él te obedece y sale de ti y se mueve y se desplaza hacia afuera diluyéndose en el espacio, porque tú sigues siendo la esencia, la consciencia, la presencia de Dios, tú Creador, en este espacio-tiempo.
Das la orden al tercer cuerpo, el YO NECESITO. El tercer ego, de color amarillo, que se mueva, que se salga, sin luchas sin conflictos, y se mueve hacia afuera y se desplaza eliminando más densidad de esta forma antropomorfa. Se diluye en el tiempo y en el espacio. Sigues tú, presente como la consciencia temporal, como en el aquí y en el ahora.
Ahora nos movemos y le pedimos al cuerpo anaranjado, al YO RAZONO, que cese sus funciones, que calme su análisis. No es el momento de razonar, es el momento de la transparencia, del vacio. Pídele, muy cortésmente, que abandone la forma antropomorfa y se mueva hacia el exterior, que se diluya, que salga fuera de ti. Y ya comienzas a observar que la densidad es muy poca, es muy tenue. Realmente comienzas a observar la transparencia que comienza a aparecer en esa forma antropomorfa.
Comienzas ahora a sacar el quinto ego, el YO SIENTO, de color rojo. Mucho menos denso que los anteriores, el encargado de monitorear y trabajar con cada uno de los chakras, sale sin conflictos de ti, simplemente porque tú lo ordenas. Tu estado de consciencia así lo requiere, y necesita que él se salga y él simplemente sale. La forma antropomorfa se hace más transparente.
Ahora le pedimos al sexto cuerpo, al cuerpo azul, que salga también, que se desplace hacia afuera. El que maneja el YO PENSAMIENTO. Dejas de pensar, dejas de generar información y comienzas a entrar en el vacío. En el vacío de la forma, en el vacío de las emociones.
Tu cuerpo mucho menos denso muy sutil casi transparente.
Y , por último, el séptimo ego, el YO EJECUTO, el YO VOLUNTAD, de color morado, sale de ti sin conflicto, sin atadura, simplemente se mueve hacia afuera y se diluye, quedando la forma antropomorfa en absoluto vacío, en el aquí y en el ahora. Sin forma, sin pensamientos, sin emociones, simplemente en el vacío. El vacío de formas, el vacío de emociones, el vacío de sentimientos, el vacío de creencias. Simplemente el vacío absoluto, por el puro placer de estar en él sin identificarte con nada ni con nadie.


Simplemente el estado de vacío. Sigue ubicando tu nivel de atención en la transparencia en el vacío total, en el aquí y en el ahora, en el espacio sin tiempo, en el espacio sin forma.

No hay comentarios: